Mousse de limón

Hay quién dice que los postres son estacionales, que unos son para el verano cuando las temperaturas son más favorables, y otros para el invierno, cuando el frío aprieta.

Yo sin embargo, soy de las que pienso que un buen dulce entra en cualquier ocasión. Los helados no se comen únicamente en verano, y un coulant de chocolate caliente no tiene porqué relegarse al invierno.

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Un ejemplo de lo que os digo es el postre de hoy, una rica sedosa mousse de limón que se toma fría. A mi me apetece una mousse de estas ahora mismo, y eso que estamos en invierno. 

La capa de crema de limón que hay en el fondo hace a esta mousse todavía más deliciosa, pues se intercalan los sabores y las texturas, por no hablar de los bonitos colores amarillentos que tiene. Se podría decir que es como una lemon curd, esa deliciosa crema de limón que tanto sabor aporta a los dulces.

Las bayas combinan muy bien con este tipo de postres, en especial si están encima de nata montada. Yo usé arándanos, pero podéis utilizar cualquier baya fresca (moras, frambuesas, fresas, etc.).

Para mi, este es el postre casero perfecto para estas fiestas, pues se puede hacer varios días por adelantado. Si sabes que no vas a tener tiempo de hacerlo en el día, pues lo haces uno o dos días antes y lo mantienes guardado en el frigorífico. Tranquilo, la nata no se desinflará.

El resultado es un sabor muy refrescante y ligero que va de perlas para después de las comilonas de Navidad, si a alguien todavía le cabe algo.


Tiempo de preparación: 10 minutos + 2 horas de espera

Tiempo de cocción: 10 minutos

Tiempo total: 2 horas y 20 minutos

Raciones: 6 personas

Ingredientes para la mousse de limón

  • 250 gramos de azúcar
  • 2 cucharaditas de Maizena
  • 2 huevos L
  • 2 yemas de huevo L
  • 120 ml de jugo de limón recién exprimido
  • 6 cucharadas de mantequilla cortada en cuadraditos
  • 235 ml de nata líquida para montar bien fría
  • 6 cucharadas de arándanos frescos (no vale congelados)
  • Unas hojas de menta para decorar

Elaboración paso a paso

  1. En el bol de la batidora eléctrica coloca el azúcar y la Maizena, y mézclalo durante unos segundos con el batidor plano.
  2. Incorpora los 2 huevos enteros y las dos yemas, y mézclalo de nuevo a velocidad baja hasta que tengas una mezcla esponjosa y uniforme.
  3. Aprovecha para exprimir el jugo del limón en ese mismo momento y viértelo al bol sin dejar de mezclar.
  4. Incorpora la mantequilla en cuadraditos a la mezcla y transfiere todos los ingredientes a una cazuela. Esta cazuela la tienes que poner al fuego a una temperatura media para que se caliente. Bate constantemente con unas varillas hasta que la mantequilla se haya derretido y la mezcla empiece a espesar y llegue a ebullición. Esto llevará aproximadamente 10 minutos.
  5. Una vez que empiece a hervir, retira la cazuela del fuego para que no se salga el contenido, y transfiere la mezcla a un recipiente. Tapa la superficie con film transparente de manera que esté en contacto la lámina con la superficie para que no se forme una capa dura, y deja que enfríe por completo, tendrás que esperar unas 2-3 horas.
  6. Por otro lado, bate la nata con la batidora a velocidad alta hasta que se monte. Los picos que forme deberán estar firmes. Reserva 6 cucharadas de la nata montada para la decoración final.
  7. Con cuidado, ve mezclando la nata montada con la mitad de la crema de limón que habías reservado en la nevera. Introduce esta mezcla en una manga pastelera con una boquilla grande y redonda.
  8. Divide uniformemente la crema de limón restante en 6 recipientes o tarros pequeños. La crema deberá quedar en el fondo. Encima de esta crema, aplica la mousse con la manga pastelera rellenando el recipiente hasta arriba. En la parte superior de cada recipiente deposita una cucharada de nata montada que habías reservado.
  9. Sobre la nata, coloca 1 cucharada de arándanos o de frambuesas, de forma que queden un poco sumergidos en la nata, pero que todavía se vean. Decora cada vasito con una hoja de menta. Antes de servirlo, introdúcelo en el frigorífico para que enfríe.

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NOTAS

La nata tiene que estar muy fría para que se monte bien. El recipiente tiene que estar muy limpio y sin nada de grasa, o la nata no se montará. La consistencia ideal es cuando se empiezan a formar picos que no se bajan, sino que se mantienen rectos.

También es importante que sea para montar, con más de 35% de materia grasa, pues las natas con menos porcentaje no se montan de la misma forma.

Los arándanos tienen que ser frescos, pues si son congelados, al descongelarse mancharán toda la nata de color oscuro. Aún así, hay que tener mucho cuidado de que no se rompa ninguno.

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