Tarta de queso

Si la tarta de queso te resulta una receta intimidante, eso es porque no has dado con la receta adecuada. Si evitas este clásico postre porque requiere que salgas de tu zona de confort, tienes que probar esta receta; probablemente sea la mejor tarta de queso que hayas probado.

Cualquiera puede hacerla, ya que es una receta con cero complicaciones ¡justo como me gusta!

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Y el sabor es realmente increíble. El relleno es ultra cremoso, y la base de galletas casera es crujiente y untuosa. Y lo que es aún mejor, una vez que la hayas probado, verás que se puede adaptar fácilmente. Puedes cambiar la base, añadirle especias a la masa de galletas, o cubrirla con diferentes frostings. Es la receta de tarta de queso básica que necesitas.

¿Cómo hacer una tarta de queso perfecta?

Probablemente te suene los moldes que gotean, los centros hundidos, y las grietas, problemas que pueden surgir en una tarta de queso. Pero todo esto se puede evitar si sigues mis consejos.

La clave está en los pequeños detalles. Aunque parezcan nimios, si sigues estas recomendaciones, la tarta de queso será todo un éxito.

EL QUESO CREMOSO SIEMPRE DEBE ESTAR A TEMPERATURA AMBIENTE.

Si el queso está de la nevera, se formarán más grumos y la mezcla no será uniforme, ya que su textura es demasiado firme. Por eso es recomendable sacarlo 1 hora antes de utilizarlo.

Puedes ablandarlo rápidamente cortándolo en secciones más pequeñas y calentándolo en el microondas durante unos 15 segundos cada vez, hasta que se ablande.

En lo que respecta al queso cremoso, te aconsejo que compres uno de calidad, y evita las versiones light. La grasa le va a dar cremosidad, y el relleno no cuenta con ningún otro ingrediente que reemplace esa grasa.

AÑADE UN POCO DE CREMA AGRIA

Aunque esta adición no asegura que la tarta de queso se hornee correctamente, creo que el sabor ácido y la textura cremosa que aporta la crema agria, ayudan a darle un sabor perfecto. Si buscas un sustituto, el yogur griego está bien, pero el sabor es un poco diferente.

NO LO MEZCLES EN EXCESO NI A DEMASIADA VELOCIDAD

Tanto mezclar la masa en exceso como a una gran velocidad, añaden más aire a la masa. Y en una tarta de queso no queremos aire, ya que puede causar grietas o pequeños cráteres; o hacer que suba demasiado rápido, y luego caer y agrietarse.

Además, se tiende a añadir más aire durante la adición de los huevos, así que asegúrate de usar una velocidad más baja.

USA UN MOLDE DESMONTABLE

Para obtener una tarta de queso perfecta, necesitas un molde con los lados extraíbles para poder desmoldarlo fácilmente. Si eres un amante de la tarta de queso, lo usarás mucho, así que será una buena inversión.

UTILIZA UN BAÑO MARÍA

Este es un paso que la mayoría de la gente quiere evitar, pero el resultado vale la pena. Los beneficios son muchos. Primero, el agua genera vapor que ayuda a evitar que el relleno de queso se seque y se agriete.

Segundo, el baño María evita que los lados de la tarta se horneen más rápido que el centro. Ayuda a hornear más uniformemente y a prevenir grietas.

Si no lo usas, te arriesgas a que tu tarta de queso se hunda en el centro, se dore demasiado por los bordes o se agriete.

FORRA LA BASE DE TU MOLDE ANTES DE PONERLO SOBRE EL BAÑO MARÍA

Tenemos un molde desmontable sobre un baño María, así que lo más probable es que el agua se filtre por las rendijas del molde. Para evitar que la base de galletas se empape, forra la base del molde con papel de horno.

NO ABRAS EL HORNO DURANTE LA COCCIÓN

Si abres el horno durante la cocción, dejarás salir todo el aire caliente y vaporoso. El cambio de temperatura puede causar que la tarta de queso se desmorone por el centro o que se hornee de forma irregular.

NO TE PASES DE COCCIÓN

La cocción excesiva de una tarta de queso puede provocar grietas. Sabrás que la tarta de queso ya está horneada cuando los bordes estén firmes, mientras que el interior se contonea ligeramente. Si lo dejas lo suficiente para que el centro no se mueva, la tarta estará sobrecocinada.

DEJA QUE LA TARTA DE QUESO SE ENFRÍE GRADUALMENTE

Cuando la tarta de queso esté horneada, es hora de un enfriamiento gradual. Generalmente la dejo en el horno con la puerta cerrada durante otros 30 minutos. Luego abro la puerta del horno a la mitad, y lo dejo enfriar un poco más.

Esto permite que la tarta de queso se enfríe lentamente, a la vez que se termina de hornear, lo que ayuda a evitar que se agriete. Justo antes de guardar el pastel de queso en la nevera, puedes pasar un cuchillo por el borde para asegurarte de que no se pegue a los lados, o moverlo un poco para aflojarlo por los lados.

Y todos estos consejos resuelven todos los problemas que puedes tener con las tartas de queso. Puede parecer muy complicados, pero una vez que sabes cómo hacer bien las cosas, no volverás a tener problemas.

La tarta de queso se convertirá en tu nuevo postre favorito porque nunca falla, y la puedes personalizar a tu gusto. Puedes hacer casi cualquier tarta de queso de cualquier sabor. Por el momento, prueba esta receta básica.

Tiempo de preparación: 10 minutos

Tiempo de cocción: 1 hora y 40 minutos

Tiempo total: 1 hora y 50 minutos

Raciones: 1 tarta de 23 cm

Ingredientes

Para la base:

  • 200 gramos de galletas Digestive (o de cualquier otra variedad)
  • 3 cucharadas de azúcar
  • 1/8 cucharadita de sal
  • 110 gramos de mantequilla sin sal, derretida

Para el relleno:

  • 3 tarrinas de 225 gramos de queso cremoso, a temperatura ambiente
  • 200 gramos de azúcar
  • 3 cucharadas de harina para todo uso
  • 250 gramos de crema agria
  • 4 huevos L
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla

Elaboración

Para hacer la base:

  1. Precalienta el horno a 160 grados con calor arriba y abajo.
  2. Tritura las galletas con un robot de cocina o a mano, y ponlo en un recipiente junto con el azúcar, la sal y la mantequilla, y mézclalo bien con una espátula. Elimina cualquier trozo grande de galleta, pues hará que sea más difícil fijar la base en el molde.
  3. Distribuye la mezcla uniformemente por todo el molde, y luego presiónala en el fondo y por los lados del molde, de modo que quede una capa fina de base. Puedes ayudarte de un vaso o presionarlo con los dedos.
  4. Hornea la base durante 8-10 minutos, luego retírala y resérvala.

Para hacer el relleno:

  1. Reduce la temperatura del horno a 150 grados.
  2. En un recipiente grande, mezcla el queso cremoso, el azúcar y la harina con una batidora eléctrica (a velocidad baja para evitar que entre aire en la masa) durante un minuto. Baja los restos de mezcla de los lados si es necesario.
  3. Añade la crema agria, los huevos y el extracto de vainilla, y continua batiéndolo hasta que la mezcla esté suave. Vierte este relleno en la base de galleta, y dale unos golpecitos sobre la encimera unas cuantas veces para eliminar las burbujas de aire y alisar la superficie.
  4. Forra la base del molde con papel de aluminio para evitar filtraciones. Coloca el molde dentro de un recipiente o fuente apto para horno (que sea más amplio que el molde) y vierte en la fuente agua muy caliente, hasta que tenga una profundidad de 2 cm, con cuidado de que el nivel del agua no suba más alto que el molde.
  5. Introdúcelo en la parte central del horno durante 1 hora. Después apaga el horno y déjalo dentro con la puerta cerrada durante 30 minutos o hasta que esté listo. Sácalo del horno y cúbrelo con papel de aluminio. Conserva la tarta en el frigorífico por lo menos 6 horas (preferiblemente toda la noche).

NOTAS

Cuando estés listo para disfrutar de tu trabajo duro, retira el papel de aluminio y, si se ha acumulado condensación en la parte superior de la tarta, simplemente límpiala con un trozo de papel de cocina.

¿Se puede hacer una tarta de queso sin un molde desmontable? Como mencioné anteriormente, este tipo de moldes son ideales para las tartas de queso. Sin embargo, también puedes utilizar un molde redondo y forrarlo con papel de horno para levantar la tarta del molde una vez que esté completamente horneada y enfriada.

¿Cómo hacer una tarta de queso sin horno? Las tartas de queso sin horno suelen utilizar ingredientes muy similares a las tartas de queso horneadas, con la excepción de los huevos. Además, se utiliza nata para montar para añadir volumen y aire a la masa, y gelatina para que quede firme.

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