Cómo hacer un brioche casero

Esta receta tiene todas las características de un sabroso pan, pero posee una miga pastelera deliciosamente dulce. El brioche o bollo de leche es un pan ligeramente dulce de origen francés que es muy apreciado por ser ligero, pero sabroso.

Su cualidad es que tiene una miga amarilla mucho más elaborada que la del pan común y una corteza dorada gracias al huevo pintado.

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Dependiendo del molde en el que lo hagamos adoptará una forma u otra, en esta receta se usa un molde de pan clásico, pero el brioche tradicional tiene una base abombada con borde acanalado y una bola en la parte superior, llamado brioche à tête (brioche con cabeza).

Se puede tomar para desayunar, como aperitivo, de postre o como acompañamiento del té o café, aunque resulta delicioso por si mismo.

Ingredientes

  • 250g de harina de fuerza  para pan blanco
  • 1 pizca de sal
  • 100g de mantequilla en dados
  • 3 cucharadas de azúcar
  • 7g de levadura seca*
  • 3 huevos
  • 1 yema de huevo batida

*La levadura seca rápida son unos gránulos muy finos que se pueden mezclar directamente con los ingredientes de la masa. Los de la levadura seca normal se tienen que diluir previamente en agua caliente y azúcar y dejar que actúe.

Elaboración

  1. En la amasadora ponemos la harina, la sal y la mantequilla y amasamos con el gancho hasta que obtengamos una textura similar a la miga de pan.
  2. Añadimos el azúcar y la levadura a la mezcla. Volvemos a amasar. Agregamos los 3 huevos y removemos hasta tener una masa blanda.
  3. Cubrimos el bol con un trapo y lo metemos en la nevera durante 20 minutos. Engrasamos un molde para pan.
  4. Una vez tengamos la masa lista la colocamos sobre una superficie ligeramente enharinada y amasamos durante 5 minutos hasta que quede suave y esponjosa.
  5. Colocamos la masa en el molde de pan con la cara lisa hacia arriba. Lo cubrimos con film trasparente engrasado y dejamos que fermente en un lugar cálido durante unas 2 horas. Al pasar ese tiempo veremos que la masa ha doblado su volumen.
  6. Precalentamos el horno a 200ºC.
  7. Pintamos la superficie del brioche con la yema de huevo batida y horneamos entre 20 y 25 minutos hasta que veamos que se dora y al golpear en la base suene hueco. Una vez retirado del horno lo dejamos que enfríe sobre una rejilla metálica.  Para darle un toque más irresistible si cabe, añade unas pepitas de chocolate antes de terminar de amasarlo. O si no prueba con fruta desecada.

¡Hola, soy Ángela!

Aquí tienes mis aventuras culinarias. Con ingredientes sencillos y frescos, transformándolos en platos elegantes y sabrosos para disfrutar de la cocina cada día.

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