Cruasanes de mantequilla

Esta pieza de bollería de origen austriaco junto con un café con leche, constituye la quintaesencia del desayuno parisino y cada vez más del español.

Están hechos de una masa de hojaldre, levadura y mantequilla, o en algunos casos margarina, aunque si os da igual es mucho mejor utilizar mantequilla.

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Los cruasanes o croissants podemos rellenar tanto de dulce como de salado, o degustarlos solos, que están riquísimos también.

Su elaboración es un tanto trabajosa si no se ha trabajado nunca con pan, ya que primero hay que trabajar la masa unas cuantas veces para que la mantequilla se integre, pero el resultado merece la pena.

Es muy importante que la masa y la mantequilla estén bien frías a la hora de trabajarlas. Después de que probéis esta receta ya no volveréis a comprar más cruasanes industriales, os lo aseguro.

Ingredientes para 12-15 cruasanes

  • 350g de harina
  • 3/4 cucharaditas de sal
  • 1 cucharada de azúcar
  • 7g de levadura seca
  • 175-200 ml de leche tibia
  • 175g de mantequilla fría
  • 1 huevo batido, para glasear

Elaboración

  1. Tamizamos la harina y la sal sobre el bol de la amasadora. Añadimos el azúcar y la levadura, y mezclamos durante 15 segundos con el gancho amasador a velocidad 1.
  2. Hacemos un hueco en la harina y vertemos en ella la leche. Amasamos a velocidad 1. Aumentamos a velocidad 2 y amasamos 2 minutos más hasta que la masa quede homogénea y elástica.
  3. Tapamos la masa con un paño húmedo y la dejamos fermentar en un sitio cálido durante 1 hora.
  4. Le damos la vuelta y la amasamos sobre una superficie ligeramente enharinada hasta obtener una masa homogénea. Envolvemos con un paño de cocina y la ponemos a enfriar durante 10 minutos.
  5. Ponemos la mantequilla entre dos hojas de papel de film trasparente y la extendemos en un rectángulo con el rodillo. Doblamos la mantequilla por la mitad y volvemos a extenderla.
  6. Repetimos la operación hasta que quede flexible, pero siga manteniéndose fría. La aplanamos formando un rectángulo de 15 cm x 10 cm.
  7. Ponemos la masa sobre una superficie enharinada y la extendemos hasta obtener un rectángulo de 30 cm x 15 cm. Con uno de los lados cortos mirando hacia nosotros, ponemos el bloque de mantequilla en el centro de la masa.
  8. Doblamos el tercio inferior de la masa sobre la mantequilla y, seguidamente, dejamos que el tercio de la parte de arriba caiga por detrás de la masa. Presionamos los lados abiertos para sellar la masa. Damos media vuelta a la masa en sentido de las agujas del reloj.
  9. Extendemos el rectángulo con un rodillo y repetimos el proceso dos veces más. La envolvemos y la dejamos enfriar durante 30 minutos. Volvemos a extenderla, doblándola y dándole la vuelta tres veces, y seguidamente ponemos a enfriar la masa 30 minutos.
  10. Humedecemos dos bandejas de horno con agua. Cuando la masa este fría, la extendemos en un rectángulo de 45 cm x 30 cm. Lo cortamos en 6 cuadrados de 6cm x 15 cm y, a continuación, cortamos cada uno de ellos por la mitad al bies.
  11. Empezando por la base de cada triangulo, enrollamos la masa sin presionar y fijamos el punto de unión con un poco de huevo batido.
  12. Ponemos los cruasanes sobre las bandejas con la parte abierta hacia abajo y curvamos las puntas con la forma característica de media luna. Los pintamos con el huevo batido, los tapamos con film untado con aceite y los dejamos subir en un sitio cálido durante 1 hora o hasta que dupliquen su volumen.
  13. Precalentamos el horno a 220ºC. Quitamos el film trasparente, volvemos a pintar los cruasanes con el huevo batido y los horneamos durante 3 minutos. Bajamos la temperatura del horno a 190ºC y continuamos horneando de 10 a 12 minutos hasta que estén dorados y crujientes.
  14. Los dejamos en la bandeja del horno unos minutos y los pasamos a una rejilla metálica para que se enfríen.

Nuestros ricos cruasanes caseros se pueden servir calientes o fríos.

¡Hola, soy Ángela!

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