Flan de café

El flan es el postre típico que se sirve después de una comida. Es muy fácil de hacer y muy agradecido. Tiene diferentes variedades, y una de ellas es el flan de café, en el que se le añade café instantáneo para darle ese pequeño toque a café.

Personalmente no me gustan demasiado los postres que incluyen café, pues el café en sí me resulta muy amargo. Pero no puedo negarme a una petición especial.

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Lo más complicado de la receta es el caramelo, aunque si no te atreves a hacerlo, puedes utilizar caramelo ya comprado como indico en las notas. Hay varias maneras de hacer el caramelo. En algunas recetas vas a ver que se hace con azúcar únicamente, mientras que en otras recetas también le añaden un poco de agua.

A mi me funciona mejor la segunda forma, añadiendo 2 cucharadas de agua. Y también he comprobado que cuanto menos lo mueves, mejor se carameliza. Eso sí, hay que estar atento en todo momento para evitar que se queme, pues es cuestión de segundos que pase de un bonito color dorado, a teñirse de marrón oscuro quemado.

Y no hay nada peor que caramelo pegado, tanto para el olor como para limpiarlo.  Luego todo va rodado, solo hay que batir el resto de ingredientes y verterlo en el molde. El baño María no tiene misterio, sólo hay que colocar un recipiente más grande que el molde que vas a utilizar con un poco de agua dentro, y meterlo en el horno directamente.

Lo mejor es desmoldarlo y ver como cae el caramelo por todo el flan.

Tiempo de preparación:  minutos

Tiempo de cocción: minutos

Tiempo total:  minutos

Raciones: 6-8

Ingredientes

  • 150 gr de azúcar
  • 2 cucharadas de agua
  • 1 lata de 400 gr de leche condensada
  • 900 ml de leche entera
  • 5 huevos L
  • 4 y 1/2 cucharaditas de café instantáneo disuelto en 4 cucharaditas de agua caliente
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1/8 cucharadita de sal

Elaboración

  1. Precalienta el horno a una temperatura de 180º C sin ventilador, con calor por arriba y por abajo, y coloca la rejilla en el centro.
  2. Para preparar el caramelo, pon una cazuela pequeña pero profunda a calentar a fuego medio, y añade el azúcar y el agua. Remuévelo para que el agua empape por completo el azúcar y deja que se cocine sin volver a removerlo. Empezarás a ver que empieza a burbujear, es correcto.
  3. Continua la cocción, revolviendo ocasionalmente, hasta que el azúcar se empiece a poner de un color dorado profundo.
  4. Retira la cazuela del fuego inmediatamente, y vierte el caramelo sobre la base de un molde redondo de 23 cm de diámetro; puede ser de cerámica, vidrio o un recipiente de metal que tenga por lo menos 5 cm de profundidad. Ayúdate con una cuchara de madera o una espátula de silicona, no utilices el metal, pues se quedará adherido el caramelo.
  5. Gira el molde con movimientos circulares para que el caramelo se reparta uniformemente por toda la base (ten cuidado pues el molde estará caliente). Una vez que el caramelo esté bien repartido, deja que enfríe hasta que se endurezca por completo. Esto llevará unos 10-15 minutos.
  6. Mientras tanto, en un recipiente grande mezcla el resto de ingredientes: la leche condensada, la leche entera, los huevos, la mezcla de agua y café instantáneo, el extracto de vainilla y la sal. Puedes hacerlo con las varillas de forma manual, o ayudarte de una batidora eléctrica. Al final, la mezcla tiene que estar suave y sin grumos.
  7. Si se han producido burbujas durante el batido, dejamos que la mezcla repose unos minutos para que se eliminen, pues sino el flan tendrá agujeros de aire.
  8. Vierte la mezcla por un colador de malla fina sobre el molde del caramelo, para que cualquier trozo grande que haya quedado no pase.
  9. Monta en el horno un baño María. Para ello escoge un recipiente apto para el horno donde quepa el molde del flan, y añade agua. La cantidad de agua va a variar dependiendo del tamaño del molde, pues idealmente tiene que llegar hasta la mitad del molde del flan. Si no puede caber tanto, tampoco pasa nada, se va a cocer igualmente.
  10. Introduce el molde del flan en el recipiente que estará en el horno y deja que se cocine durante aproximadamente 60 minutos, o hasta que al pincharlo con un palillo en el centro, este salga limpio. Si no es así, vuelve a meterlo dentro del horno y deja que se cocine otros 15 minutos más antes de volver a comprobarlo.
  11. Saca el molde del recipiente y del horno y colócalo sobre una rejilla para que enfríe unos minutos a temperatura ambiente. Cuando esté lo suficientemente frío para manejarlo, tápalo e introdúcelo en el frigorífico para que acabe de cuajarse y enfriarse, al menos 8 horas.
  12. Para desmoldar el flan, pasa un cuchillo fino alrededor del borde del molde para aflojar el flan. Invierte el molde sobre una fuente o un plato para servir, el flan saldrá con facilidad y el caramelo empezará a caer por los lados del flan.

Notas

Si quieres hacer esta receta mucho más sencilla y rápida, puedes comprar el caramelo ya hecho y añadirlo directamente sobre la base del molde. El sabor no será exactamente igual, pero sirve para los que no saben o no se atreven a hacer su propio caramelo.

Si tienes una olla GM, puedes hacer esta misma receta, pero en vez de meterlo en el horno, tendrás que introducirlo en la olla con la rejilla del horno, en un molde con tapa hermética, añadir un poco de agua a la cubeta, y seleccionar modo Vapor durante 15 minutos. Más rápido y sin tener que montar el baño María.

¡Hola, soy Ángela!

Aquí tienes mis aventuras culinarias. Con ingredientes sencillos y frescos, transformándolos en platos elegantes y sabrosos para disfrutar de la cocina cada día.

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