Natillas caseras

Un postre super típico de la gastronomía española; las natillas de toda la vida. Se trata de una crema elaborada con leche, yemas de huevo, azúcar y aromas como la vainilla o el limón.

Dependiendo de la tradición de las diversas zonas donde se cocinen, pueden llevar queso fresco, galletas, caramelo, chocolate o coco rallado. En esta receta veremos cómo hacer unas natillas de huevo.

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Las natillas nos pueden servir como base de otros postres, como relleno o ingrediente principal.

Usar Maicena o no es opcional, no deja de ser un espesante que ayuda a dar consistencia a las natillas, si la utilizamos puedes disminuir o aumentar la cantidad según prefieras, consiguiendo una consistencia más líquida o más espesa.

Un paso importante en esta receta es la introducción de las yemas de huevo con el peligro de que se nos corte la mezcla. Para que esto no nos pase, no debemos añadirlos directamente en el cazo que previamente hemos puesto al fuego.

También tenéis la posibilidad de hacerlas al baño María os saldrán seguro, pues al disminuir el calor directo facilitamos que las natillas se hagan antes de tiempo y que no se quemen.

Ingredientes para 6 personas

  • 1 litro de leche
  • 8 yemas de huevo
  • 200g de azúcar
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla o una vaina
  • La cáscara de un limón
  • 1 cucharada de Maicena (opcional)
  • Canela en polvo
  • Galletas tipo María

Elaboración

  1. Lavamos bien el limón y lo pelamos finamente sin coger mucho de lo blanco para que no amargue.
  2. Separamos medio vaso de la leche total y le añadimos la Maicena. Si es necesario lo pasamos por la batidora eléctrica para que no quede ni un grumo.
  3. En una cazuela, ponemos a cocer a fuego medio, la leche con la cáscara de limón y el extracto de vainilla o la vaina abierta por la mitad.
  4. En un bol aparte, ponemos el azúcar y las yemas de huevo. Batimos bien estos ingredientes hasta que espume y aumente su volumen.
  5. Incorporamos el vaso de leche con la Maicena a la leche cuando esta esté hirviendo y no dejamos de remover. Al momento bajamos el fuego y colamos la leche para separar la cascara de limón.
  6. Lo volvemos a poner a fuego medio y añadimos las yemas con el azúcar. Seguimos removiendo bien, con una cuchara de madera hasta que espese y no quede ni un grumito. Es muy importante no dejar de remover pues puede llegar a quemarse o pegarse a la cazuela y quedaría un mal sabor a quemado.
  7. Repartimos las natillas en boles, dejando que enfríen a temperatura ambiente. Después las podemos guardar en el frigorífico tapadas con papel de film para que no se forme la costra encima.
  8. Una vez frías, podemos decorar nuestras natillas de huevo caseras por encima con canela en polvo y una galleta tipo María en cada bol.

¡Hola, soy Ángela!

Aquí tienes mis aventuras culinarias. Con ingredientes sencillos y frescos, transformándolos en platos elegantes y sabrosos para disfrutar de la cocina cada día.

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