Pasta Amatriciana

Pasta All'Amatriciana, como la mayoría de las auténticas recetas italianas, es un plato sencillo de Amatrice, donde los tomates se fríen en la grasa extraída de guanciale y se mezclan con un poco de queso y pasta.

Amatriciana es un plato creado por los pastores que subían a las montañas durante la trashumancia con sus rebaños en el valle de Amatrice. Tenían queso pecorino en abundancia; también llevaban guanciale, pasta seca, vino y chile rojo.

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La amatriciana primitiva era blanca, y se llamaba alla gricia. Con el paso de los años se añadió el tomate, una tradición que se instauró cuando los cocineros de Abruzzo y los dueños de la trattoria trajeron su plato a Roma, donde se instaló muy bien.

La pasta tradicional para la salsa amatriciana es el bucatini, que significa "agujereado", que es exactamente lo que son: pasta larga con un agujero en el centro. Una vez cocidos al dente, los bucatini conservan su forma sorprendentemente bien.

Un plato de pasta simple, que no va a hacer que estés todo el día metido en la cocina y, sin embargo, los sabores son simplemente irresistibles.

¿Qué hace que la pasta Amatriciana sea tan irresistible? En pocas palabras, el guanciale. Si la panceta es el primo italiano del tocino, el guanciale es como el medio hermano pueblerino de la panceta. No es tan bonito como una buena panceta, pero lo que le falta en brillo, lo compensa con su intenso sabor casi dulce.

Desafortunadamente, es difícil de encontrar fuera de Italia, así que la panceta o el tocino sin ahumar podrían sustituirlo en un apuro, pero el plato quedaría como Los Beatles sin Lennon o Apple sin Jobs. Sigue siendo delicioso, pero no es lo mismo.

Esta pasta italiana no sólo es rápida y fácil, sino que también asegura que el sabor del tomate brille, un contraste necesario para el profundo sabor del cerdo.

Me encanta el sabor de los tomates naturales de temporada, pero la pasta no se debe ahogar en el tomate, simplemente necesita ser cubierta por una fina capa de salsa tachonada de cerdo, y enriquecida con el queso Pecorino Romano.

Tiempo de preparación: 10 minutos

Tiempo de cocción: 25 minutos

Tiempo total: 35 minutos

Raciones: 4 personas

Ingredientes

  • 1 cucharada de aceite de oliva extra virgen
  • 170 gramos de guanciale o panceta en lonchas, troceado
  • 1/2 guindilla, o más al gusto
  • 60 ml de vino blanco
  • 800 gramos de tomates pelados enteros, cortados en cubos
  • Sal y pimienta negra recién molida, al gusto
  • 400 gramos de pasta
  • 30 gramos de queso Pecorino Romano rallado, y más para decorar

Elaboración

  1. En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto hasta que brille. Agrega el guanciale troceado y la guindilla y sofríelo, revolviendo de vez en cuando hasta que esté ligeramente dorado, unos 5 minutos.
  2. Vierte el vino blanco y deja que se cocine, raspando los restos dorados en el fondo de la sartén, hasta que casi se haya evaporado, unos 3 minutos.
  3. Agrega los tomates y reduce el fuego para que el plato se cocine a fuego lento. Sazónalo con sal y pimienta negra.
  4. Mientras tanto, cuece la pasta en agua salada según las instrucciones del paquete, hasta que esté al dente.
  5. Utiliza unas pinzas para sacar la pasta y depositarla en la sartén con la salsa, junto con 4 cucharadas del agua de cocción de la pasta. Aumenta la temperatura y remuévelo rápidamente, hasta que la pasta esté totalmente impregnada por la salsa, y la salsa haya espesado.
  6. Retíralo del fuego, agrega el queso y mézclalo de nuevo. Prueba y ajusta la sal y pimienta. Sirve el plato de inmediato, acompañado de más queso rallado.

NOTAS

El guanciale (papada de cerdo curada) le dará a la salsa la mejor textura, pero si tu mejor opción es una buena panceta o tocino, utilízalo en su lugar.

Aunque la pasta Amatricina original se hace con bucatini, puedes utilizar cualquier tipo de pasta de tu elección: espaguetis o penne también sirven.

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