Porridge de avena

El porridge es el desayuno británico tradicional del que los escoceses llevan siglos disfrutando, y con razón. La avena, además de ser uno de los pocos granos que crecen bien en el clima de Escocia, es sabrosa y nutritiva, y está llena de fibra, vitaminas y minerales.

Como parte de una dieta saludable, es una gran manera de ayudar a reducir el colesterol, y proteger contra las enfermedades cardíacas (en su forma más austera).

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Y gracias a su índice glucémico bajo, nuestro cuerpo tarda un buen rato en digerir el porridge, lo que significa que va liberando energía lentamente durante toda la mañana, manteniéndonos llenos y satisfechos durante más tiempo.

Los escoceses llevan siglos preparando este desayuno, y nadie mejor que ellos para enseñarnos cómo se prepara.

Cómo hacer porridge de avena

El ingrediente más importante en esta receta es la avena en sí. La cortada (steel-cut oats) es la mejor opción, seguido por los copos (rolled oats) de primera calidad.

Su puede remojar durante la noche para acelerar el tiempo de cocción, ya que la avena cortada tarda más tiempo en cocinarse que los copos.

Los escoceses tradicionales insisten en que el plato no debe tener más que avena, agua y sal, pero la receta ha evolucionado y ahora se puede añadir leche o una mezcla de agua y leche.

La sal es una necesidad en este plato dulce, da igual si luego le añades azúcar o no. La sal potencia los sabores que añadas después, así que no puede faltar. Pero añadir la sal demasiado pronto (algunas recetas sugieren poner todos los ingredientes en el mismo cazo al mismo tiempo) puede hacer que la avena se vuelva dura.

Lo importante es que tenga una textura cremosa, y esto requiere mucha agitación por nuestra parte. Hay que estar al tanto en todo momento de la cocción, pues sino los ingredientes se pueden pegar en el fondo.

Hay quien cocina su porridge al baño María, lo que evita que los ingredientes se peguen, y hace que se cocine más lentamente, lo que aparentemente le da más sabor.

Una cosa que mejora notablemente el sabor de la avena, es tostarla antes de cocinarla. Solo lleva un par de minutos, y le da al plato terminado un sabor a nuez y tostado.

Una de las cosas imprescindibles, es que una vez que esté cocinado, apaguemos el fuego, lo tapemos y dejemos reposar 5 minutos. Así no sólo estará lo suficientemente tibio para comerlo, sino que tendrá tiempo de desarrollar el sabor.

Los aderezos son muy personales, pero para un desayuno dulce no puede faltar un edulcorante. Este puede ser azúcar, miel, sirope de arce, agave, mermelada, etc. También se suele acompañar de un poco de leche muy fría, tradicionalmente servido en un recipiente separado, para mantener el desayuno caliente y la leche fría.

Una vez que hayas dominado la receta básica de porridge, te animo a que seas creativo y juegues con los ingredientes, añadiendo frutas, frutos secos, miel, etc. ¡Las opciones son infinitas!

Tiempo de preparación: 6 minutos

Tiempo de cocción: 10 minutos

Tiempo total: 16 minutos

Raciones: 2 personas

Ingredientes

  • 80 gramos de copos de avena
  • 300 ml de leche, leche de soja o agua
  • 1 pizca de sal

Elaboración

  1. Pon la avena y la leche o el agua en un cazo a fuego medio y remuévelo con una cuchara de madera.
  2. Reduce el fuego al mínimo y deja que se cocine a fuego lento durante 10 minutos, removiéndolo tan a menudo como puedas para obtener una mezcla cremosa y suave. Si te gusta más suave, añade un poco más de leche o agua hasta que tenga la consistencia que desees.
  3. Apaga el fuego, añade una pizca de sal, remuévelo y deja que el porridge repose 5 minutos.
  4. Alegra tu plato con tus ingredientes favoritos: frutas frescas, frutos secos, edulcorantes, etc.

NOTAS

En esta receta el tiempo de cocción puede variar un poco, dependiendo de cuán espeso y cremoso quieras que sea tu porridge. Un tiempo de cocción más corto hará que la avena sea más fina y tenga una textura más masticable. Una cocción más larga hará un plato más espeso y cremoso. Sin embargo, no te excedas, o terminarás con un desayuno muy pesado.

Cada ración tiene 243 calorías, 8,6 gr de grasas, 9,5 gr de proteínas, 30,1 gr de hidratos de carbono (de los cuales 7,4 son azúcares) y 4,3 gr de fibra.

VARIACIONES

  • Con manzana y miel: Añade manzana rallada y miel, luego añade un puñado de nueces picadas. Cúbrelo con más fruta y más miel.
  • Con plátano y canela: Agrega una generosa pizca de canela molida, algunas semillas de amapola y jarabe de arce. Cúbrelo con un plátano en rodajas y un puñado de almendras tostadas.
  • Con plátano y chocolate: Agrega una generosa pizca de canela molida, plátano en rodajas y chips de chocolate.

Históricamente hay algunas tradiciones y supersticiones relacionadas con la elaboración y el consumo de este plato en Escocia.

Tradicionalmente, se revuelve con una varilla de madera llamada "Spirtle" o "Spurtle", que se parece un poco a un muslo de pollo.

La superstición dice que el porridge escocés debe removerse siempre en el sentido de las agujas del reloj, y preferiblemente con la mano derecha, ¡de lo contrario, el Diablo vendrá a buscar a la persona que lo agita!

Se sirve tradicionalmente en tazones de madera y se comen de pie. Cada cucharada debe ser sumergida en un tazón de leche fría que se comparte por todos en la mesa.

El porridge puede haber sido la primera comida para llevar del mundo. Hace siglos, se cocinaba en una olla grande, y lo que no se comía para el desayuno, se vertía en 'cajones' u otro recipiente y se dejaba enfriar.

Una vez frío, podía cortarse en rebanadas o bloques, envolverse y llevarse al trabajo del día para comerlo en el almuerzo, la cena o como tentempié.

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