Tarta Sacher

Este delicado pastel, nacido en Viena en 1832 y recubierto de brillante chocolate, se ha convertido en una de las recetas más deliciosas del mundo.

Un bizcocho seco y compacto, cubierto con mermelada de albaricoque y bañado con una gruesa y brillante capa de chocolate.

Hoy en día puede adquirirse en el hotel Sacher de Viena, aunque la receta original sigue siendo un secreto muy bien guardado. La tarta que podemos adquirir en el hotel, lleva un sello de chocolate como decoración.

También podemos decorar la parte superior con virutas, trozos o discos de chocolate, pero con una menos proporción de cacao (puede ser chocolate blanco o con leche), una opción muy socorrida si no nos ha quedado muy bien la superficie.

Ingredientes para un molde de 20cm

Para el pastel:

• 175g de chocolate negro (70% de cacao)
• 110g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
• 110g de azúcar extrafino
• 4 huevos, separadas las claras de las yemas
• 110g de harina
• 1/2 cucharadita de levadura en polvo

Para el glaseado de albaricoque:

• 2 cucharadas de mermelada de albaricoque
• 1 cucharada de agua
• Un poco de zumo de limón

Para la cobertura de chocolate:

• 80g de azúcar extrafino
• 4 cucharadas de agua
• 100g de chocolate negro (70% de cacao)

Elaboración

1. Precalentamos el horno a 160ºC y forramos un molde de 20 cm desmontable con papel de hornear. Tamizamos la harina y la levadura y reservamos.
2. Partimos el chocolate en trozos pequeños y los fundimos al baño María. Dejamos enfriar un poco.
3. Con la amasadora, batimos la mantequilla hasta que adquiera una textura suave y cremosa. A continuación, añadimos el azúcar lentamente y mezclamos para que la mezcla adquiera la consistencia de la nata montada.
4. Incorporamos el chocolate, ya frío, y mezclamos todo. Añadimos las yemas de huevo de una en una y mezclamos.
5. Agregamos la mezcla de harina y levadura y seguimos batiendo hasta que se integre todos los ingredientes.
6. En otro recipiente batimos las claras de huevo a punto de nieve y las vamos agregando despacio a la mezcla de chocolate.
7. Vertemos la preparación en el molde, repartiéndola bien y la introducimos en el horno durante unos 50 minutos o hasta que adquiera una consistencia firme al tacto.
8. Dejamos que se enfríe en el molde unos minutos y luego desmoldamos sobre una rejilla metálica. Si fuese necesario, igualamos la parte superior con un cuchillo o una lira.

Para elaborar el glaseado de nuestra Sacher.

1. Ponemos en un cazo la mermelada de albaricoque, el agua y el zumo de un limón y removemos hasta que se haya fundido por completo. Si nos quedan muchos grumos podemos pasarlo por un colador.
2. Aplicamos el glaseado sobre el bizcocho para que se empape.

Para la cobertura de chocolate.

1. Calentamos el agua y el azúcar en una cacerola y removemos hasta que el azúcar se disuelva. Retiramos del fuego, añadimos el chocolate y mezclamos hasta que se haya derretido completamente y tenga una consistencia suave. Ponemos al fuego otra vez y llevamos a ebullición.
2. Mantenemos a fuego constante hasta que, al poner parte de la mezcla en agua fría, esta forme una bolita suave entre los dedos. Retiramos del fuego y removemos de nuevo.
3. Vertemos el chocolate con rapidez y de manera uniforme por todo el pastel, dejando que caiga por los lados. Lo alisamos con una espátula solo por los lados (no por encima pues perdería el brillo).
4. Dejamos reposar a temperatura ambiente y ya está listo para servir.

Como ves, lleva sus trabajo pero con algo de practica la tarta Sacher es fácil de hacer. Como siempre, en la cocina lo importante es tener paciencia y practicar.

Si no logramos el brillo deseado, podemos introducirlo en el horno a 160ºC unos 3 minutos, para que el chocolate se funda un poco.

Nunca hay que dejar la tarta Sacher en el frigorífico si se quiere mantener la capa brillante.