Galletas de limón

¿A quien no le gustan las galletas? Su sabor nos evoca tiempos pasados, recuerdos felices de nuestra niñez. Estas galletas en concreto son de limón y tienen un sabor diferente, uniéndose lo ácido y lo dulce, pero igualmente extraordinario.

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Para estas galletas recomiendo utilizar limones recién cortados, nos asegurarán un sabor insuperable. Es muy importante igualmente utilizar una mantequilla de buena calidad ya que es su principal ingrediente y nos aporta ese sabor incomparable.

Ingredientes para unas 25 galletas grandes de limón

  • 225g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 200g de azúcar glas tamizado
  • 2 huevos M
  • 650g de harina tamizada
  • 1 cucharada de leche
  • Ralladura de 1 limón (preferiblemente ecológico)

Elaboración

  1. En el bol de la amasadora batimos la mantequilla y el azúcar glas hasta que se integren, no debemos batir demasiado para que no coja aire. Si no tenéis robot de cocina/amasadora, es recomendable hacer la mitad de los ingredientes y terminar de amasarlo todo a mano.
  2. Añadimos los huevos ligeramente batidos muy poco a poco y la ralladura de limón. Batimos a una velocidad baja hasta que se mezcle todo.
  3. A continuación, vamos añadiendo cucharada a cucharada la harina, a una velocidad baja y sin dejar de batir. Cuando se este terminando la harina y vemos que la mezcla no admite más, vertemos la cucharada de leche, si nos hace falta un poquito más lo echamos y seguimos batiendo hasta que la mezcla se haga una bola. Si ves que te has pasado con la leche y la masa está muy húmeda, añade un poco más de harina. La masa resultante no debe de estar pegajosa.
  4. Colocamos la bola de masa sobre un papel de horno o papel vegetal y terminamos de amasar e integrar todo con las manos. Hacemos una bola y la dividimos en cuatro trozos iguales. Cogemos un trozo y lo hacemos una bola, lo colocamos en otro papel de horno y ponemos otro papel de horno encima.
  5. Estiramos esta masa con un rodillo especial con niveladores en los lados para que toda la masa tenga el mismo grosor. Estas galletas serán un poco gorditas así que las daremos un grosor de unos 0.5-0.6 cm.
  6. Colocamos la masa en una bandeja de hornear y la introducimos en la nevera durante unos 45 minutos. Repetimos los mismos pasos con los restantes tres trozos. La masa se puede dejar en la nevera de un día para otro, o incluso hasta 3 días.
  7. Cuando vayamos a cortar las galletas, retiramos el papel de encima y utilizaremos un cortador para galletas. Yo he utilizado unos sellos para galletas en los que queda grabada la frase “Home made” que vienen ya con su propio cortador redondo, pero podéis utilizar los cortadores que queráis.
  8. Tendremos especial atención para que todas las galletas sean del mismo tamaño, ya que sino las más pequeñas se quemaran mientras horneamos las grandes.
  9. Vamos depositando las galletas en una bandeja para galletas, dejando un par de centímetros de separación entre una y otra.
  10. Las introduciremos en el horno durante unos 12-15 minutos, sin dejar de vigilarlas para que no se nos pase de cocción y se nos quemen. Sí realizamos varias tandas de horneado, hay que tener en cuenta que las bandejas tienen que estar frías cuando coloquemos sobre ellas las galletas, sí están calientes la mantequilla se derretirá y perderán su forma.
  11. Una vez sacadas del horno las dejamos enfriar 5 minutos en su bandeja y luego las depositamos en una rejilla para que enfríen completamente.

Podemos congelar las galletas ya horneadas y frías en un recipiente hermético entre hojas de papel de hornear durante dos meses.

Con un toque cítrico son un acompañamiento perfecto para una taza de té en las tarde de otoño.

¡Hola, soy Ángela!

Aquí tienes mis aventuras culinarias. Con ingredientes sencillos y frescos, transformándolos en platos elegantes y sabrosos para disfrutar de la cocina cada día.

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