Cómo congelar calabacín

Si tienes abundancia de calabacines en tu huerto, no dejes que se desperdicien. ¡Congélalos! Hoy te enseño a congelar calabacín crudo para que los disfrutes durante todo el año.

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De pequeña odiaba las verduras, tenía una especie de animadversión por la comida verde que no era normal. Pero todo eso ha cambiado, hoy en día adoro las verduras, y todo es gracias al calabacín.

Es una de mis verduras favoritas, y es que, gracias a su sabor fue cuando empecé a querer probar el resto de verduras y a amarlas de la misma manera que lo hago ahora. Su sabor es genial, pero es que además, hay mil formas de prepararlo.

Al horno, a la plancha, frito, rebozado o en tempura. Incluso está perfecto hecho en tiras para crear los populares espaguetis de calabacín. Es increíblemente versátil. ¿Ves por qué soy tan fanática?

El calabacín es un gran vegetal bajo en hidratos de carbono y muy hidratante, lo hace lo perfecto para comidas ligeras de verano.

Por eso, comprarlos en grandes cantidades o incluso cultivarlo nosotros mismos en el jardín es una gran idea. En estos casos, a veces podemos terminar con más cantidad de lo que podemos comer. Y por supuesto, no querrás que se desperdicie.

Entonces, seguro que te estás preguntando, ¿se puede congelar el calabacín? ¡Sí! Déjame mostrarte lo fácil que es.

Cómo congelar calabacín

Para empezar, tienes que pensar cómo lo vas a utilizar en el futuro. Porque el procedimiento no es el mismo si lo vas a usar en cremas o guisos, que si lo vas a utilizar para hacer bizcochos u otros postres.

  1. Lava minuciosamente la parte exterior de la hortaliza para eliminar toda la suciedad que pueda tener. Si lo compras estará más limpio, pero si lo cultivas o te lo dan directamente del huerto, este paso es especialmente importante.
  2. Corta la pieza en rodajas de 6 mm de grosor aproximadamente. Si lo vas a utilizar para postres, en vez de cortarlo en rodajas, es mejor rallarlo.
  3. Blanquea los calabacines para desactivar las enzimas, lo que evita que se decolore y se reblandezca. Para hacerlo, ponlo en una olla con agua hirviendo durante un minuto. No agregues sal. Luego, usa una espumadera para cogerlo y ponerlo en un recipiente con agua helada.
  4. Déjalo en el agua helada durante unos 2 minutos. Escúrrelo y sécalo suavemente con papel de cocina.
  5. Precongela los calabacines colocando las rodajas en una bandeja para hornear, y congelándolo durante 1-2 horas. De esta forma te aseguras de que no se apelmace y se peguen todas las rodajas entre sí.
  6. Guárdalo en bolsas para congelar o en un recipiente hermético en el congelador, y te durará hasta un año.

NOTAS

Para evitar quemaduras por congelación, es mejor usar el producto congelado en un plazo de 6 meses.

Hay que tener en cuenta que esta verdura es un 95% de agua, por lo que puede volverse algo blando después de congelarlo y descongelarlo. Por eso, es mejor usarlo para hacer purés, cremas, o smoothies.

Esta última opción es para lo que más uso el calabacín congelado, pero no lo recomiendo para comer como guarnición independiente, o para frituras, ya que quedaría un poco aguado.

Recetas con calabacines para disfrutar

¡Hola, soy Ángela!

Aquí tienes mis aventuras culinarias. Con ingredientes sencillos y frescos, transformándolos en platos elegantes y sabrosos para disfrutar de la cocina cada día.

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