Setas comestibles que sí puedes recoger en la nueva campaña
Recoger setas es algo muy común en esta época del año, pues es cuando más especies de setas se pueden encontrar en nuestros bosques.
La setas no solo se consumen por su valor vitamínico, si no por lo que conlleva la recogida de las mismas y su posterior consumo. Para una persona aficionada a este alimento, una comida con setas es una gran festividad.
Nuestra preferida: setas del Pirineo.
En algunas regiones españolas como en Cataluña, la actividad de recoger setas es algo innato que se practica desde la infancia hasta la vejez.
El rovellón es la seta más apreciada, por ser una seta con un sabor muy delicado y suave. En campañas en las que no ha llovido mucho, la cantidad de rovellones que se recogen son mínimas, por lo que esta seta alcanza precios muy altos en los mercados.
Otras regiones de España con variedad de climas como en Cataluña podría ser Cuenca. Como no hay tanta tradición de comer rovellones, la mayoría de ellos se desplaza a la región catalana para abastecer el mercado, o a la frontera con Francia en busca de las setas del Pirineo, que son las que vamos a tratar en este artículo.
Cabe destacar que el nombre de rovellón es oriundo de Cataluña; en otras regiones a esta seta se le conoce con el nombre de Níscalo (Lactarius Deliciosus).
Debemos destacar que en nuestros bosques también se pueden encontrar setas altamente tóxicas, por lo que vamos a relacionarte las setas comestibles más comunes.
Setas aptas para el consumo
Champiñón Silvestre
Una de las setas más consumidas en nuestro país. Tiene un sabor agradable, la puedes encontrar en todas las épocas del año y es una seta que también se siembra en criaderos. Se utiliza como acompañamiento en platos de carnes principalmente.
Oronja
Es otra de las setas más consumidas en España. En la antigua Roma era considerada como un manjar para los emperadores romanos. Su es carne es exquisita y muy suave, pero no hay que confundirla con la oronja matamoscas, que no es comestible. Se puede encontrar en los bosques de encinas y castaños.
Boleto
El boleto comestible es una de las setas de los Pirineos. Es abombada en su cuerpo, y es de agradable sabor. La puedes encontrar en bosques de encinas de alta montaña y en los bosques de abetos entre septiembre y noviembre.
Níscalo, o Rovellón
Podría ser la seta más exquisita de todas, de sabor suave y aterciopelado. Es de color rojizo, mezclado con color anaranjado, tiene un sombrero característico muy amplio y se encuentra en otoño en bosque de pinos.
Rebozuelo
Su sombrero es tipo embudo y es de color amarillento, por lo que es muy fácil de reconocer. Su carne es dura y casi nunca encontrarás un gusano en un Rebozuelo. Se usa en platos de estofados y carnes. Crece por regla general en bosque de pinos, y la puedes encontrar desde la primavera hasta el otoño.
Trufa negra
La trufa negra es una seta subterránea de gran valor en los fogones de cualquier Chef. Es muy apreciada y se recolecta con perros adiestrados, así como con cerdos que son grandes amantes de las trufas.
Crece en la base de las raíces de árboles como los avellanos y las encinas. Es una seta muy delicada, y para que crezca, debe haber llovido en los meses de julio y agosto, para que germine entre diciembre y marzo.
Hay otras especies de setas comestibles, pero éstas son las principales de esta región, pues todas las encuentras en los bosques de esta cordillera montañosa.
En las diferentes regiones de España, estas setas reciben cada una el nombre típico de la región. Por ejemplo, rovellón, fredolic, ñora, camagrog, pinetell, trompeta, etc.