Piel de naranja confitada

La piel de naranja confitada es uno de los dulces más originales que he conseguido hacer. Es ligeramente amargo, con un toque de naranja y deliciosamente dulce, por eso es perfecto para acompañar otros postres, o como un aperitivo azucarado.

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¿Comer piel de naranja? Puede que te suene un poco raro, ya que la piel de esta fruta es bastante dura y amarga; pero no te preocupes, la vamos a confitar para ablandarla y quitarle ese amargor, y además lo podemos cubrir con chocolate. Empieza a tomar forma ¿verdad?

Ya que la estrella de este plato es la naranja, te recomiendo que no pases por alto su elección. Tanto si eres un experto cocinero, como si no, sabrás que la elección del producto y la calidad de la materia prima que utilicemos es crucial para que la receta salga perfecta.

Lo ideal es conseguir naranjas de Valencia, y que sean orgánicas.

¿Y el azúcar? Tradicionalmente se hace con azúcar de caña blanquilla, pero puedes usar cualquier endulzante que quieras. Puede usar azúcar de coco, miel, jarabe de arce o eritritol (entre muchas otras opciones).

Solo dos apuntes sobre la elección del azúcar:

  • Los azúcares más oscuros (como el azúcar de coco) pueden oscurecer ligeramente la piel al cocinarla.
  • La miel las mantiene más suaves que otros azúcares, por lo que no quedan tan firmes.

Así que si estás siguiendo una dieta paleo o baja en hidratos de carbono, no dudes en elegir el azúcar que mejor se adapte a su estilo de vida.

Y una vez confitada, podemos elegir entre impregnarla en más azúcar, o bañarla en chocolate derretido para crear piel de naranja confitada con chocolate ¡una delicia!

Tiempo de preparación: 10 minutos

Tiempo de cocción: 45 minutos

Tiempo total: 55 minutos

Raciones: 18 porciones

Ingredientes

  • 3 naranjas
  • 480 ml de agua
  • 200 gramos de azúcar, y algo más para el recubrimiento
  • 1 vaina de vainilla, opcional
  • Chocolate derretido, opcional

Elaboración

  1. Lava suavemente el exterior de las naranjas debajo del grifo con un cepillo adaptado para tal uso.
  2. Corta 1 cm de la parte superior e inferior, y luego haz cuatro cortes superficiales (hasta la médula) a lo largo para dividir la piel en 4 trozos iguales. Retira cada sección con cuidado, y luego córtalas en tiras de aproximadamente 6 mm de ancho.
  3. Pon las tiras de piel en una cazuela y cúbrelas con aproximadamente 3 cm de agua. Caliéntalas y llévalas a ebullición, luego escúrrelas y repite el proceso una vez más.
  4. Ahora pon las tiras en una cazuela con el agua, el azúcar y la vaina de vainilla. Deja que hierva y después reduce el fuego al mínimo. Cocínalo durante unos 30-35 minutos sin tapar. Las cáscaras deben estar ligeramente translúcidas y la mayor parte del almíbar se habrá evaporado cuando esté listo.
  5. Apaga el fuego y deja que la piel se enfríe en el almíbar restante durante 5 minutos.
  6. Con ayuda de unas pinzas, coge las cáscaras y colócalas sobre papel vegetal. Deja que se seque durante al menos 8 horas, aunque lo mejor es que lo tengas un día entero.
  7. Cubre la piel con azúcar adicional, o si lo prefieres, sumérgelas en chocolate derretido. Después, deja que enfríen.

NOTAS

Es importante que le demos un toque dulce para contrarrestar el amargor de la naranja, así que, si no las cubres con chocolate, hazlo con azúcar.

Puedes consumirlas en cuanto estén frías, pero también te aguantarán bastante en la nevera. De hecho, si lo guardas en un recipiente hermético, pueden durar hasta un mes en el frigorífico. También puedes guardarlas en el congelador y lo podrás conservar hasta 3 meses.

Es fundamental hervir la piel de naranja dos veces para quitar este amargo del cítrico. Después, hiérvela en almíbar con agua y azúcar. También le puede poner una vaina de vainilla para darle un ligero sabor a vainilla.

¡Hola, soy Ángela!

Aquí tienes mis aventuras culinarias. Con ingredientes sencillos y frescos, transformándolos en platos elegantes y sabrosos para disfrutar de la cocina cada día.

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