Pollo asado

La mejor receta de pollo asado es jugoso por dentro, con la piel dorada y crujiente, con un sabor a hierbas aromáticas y ajo, y un sutil aroma a limón; y acompañado de una deliciosa salsa.

Normalmente se unta la superficie de la piel con aceite, se sazona bien con sal y pimienta negra, y se asa hasta que esté dorado. Pero si quieres un pollo asado super jugoso e irresistible, te recomiendo que hagas una simple mezcla de mantequilla, hierbas, ajo y limón para introducirlo bajo la piel.

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Sí, bajo la piel. Puedes despegar la piel de la carne fácilmente utilizando una cucharita, se desliza justo debajo y evita perforaciones en la piel. Después coloca el pollo en posición vertical y simplemente vierte la mantequilla.

Cuando la mantequilla llega al pollo frío, se espesa rápidamente, así que se queda una buena capa debajo de la piel.

Para añadir más sabor, me gusta rellenar el pollo con unos gajos de limón y unas ramitas de romero. No es tanto por el sabor, como por el aroma que obtienes cuando cortas el pollo. Y esta es la razón por la que no pongo ajo dentro del pollo. No tiene sentido, no se calienta lo suficiente como para cambiar el sabor y sólo se cuece al vapor.

En su lugar, pongo el ajo debajo del pollo, tanto para obtener sabor en la salsa, como para elevar el pollo.

Tiempo de cocción del pollo al horno

10 minutos a 220 ºC, luego 20 minutos por cada 500 gramos hasta que la temperatura interna sea de 75 ºC o hasta que los jugos estén transparentes. Esto si el pollo está a temperatura ambiente; si está frío agrega otros 10 minutos al tiempo de cocción.

Al final de la cocción, tendrás una salsa deliciosa que sirve como acompañamiento del pollo, o para lo que tu quieras.

Receta de pollo asado

Tiempo de preparación: 15 minutos

Tiempo de cocción: 1 hora y 30 minutos

Tiempo total: 1 hora y 45 minutos

Raciones: 4 personas

Ingredientes

  • 1 pollo entero de aproximadamente 2 kg
  • Sal y pimienta negra molida, al gusto
  • 2 cucharaditas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 y 1/2 limón, cortado en cuartos
  • 3 ramitas + 2 cucharaditas de romero
  • 100 gramos de mantequilla sin sal, derretida
  • 3 dientes de ajo, picados
  • 1 cucharada de salvia, picada finamente
  • 1 cucharada de perejil, finamente picado
  • 1/2 cucharadita de sal y pimienta negra
  • 250 ml de vino blanco o caldo de pollo
  • 1 cebolla cortada en cuartos
  • 1 cabeza de ajo, partida por la mitad horizontalmente

Elaboración

  1. Saca el pollo de la nevera 30 minutos antes de cocinarlo. Precalienta el horno a 220 ºC o 200 ºC con ventilador.
  2. En un recipiente mezcla la mantequilla, los 3 dientes de ajo, la salvia, 2 cucharaditas de romero, el perejil, la sal, la pimienta negra, y el zumo de 2 gajos de limón.
  3. Coloca el pollo en una bandeja de horno o fuente para asar. Introduce una cucharita boca abajo por toda la pechuga para despegar la piel del pollo de la carne. Despega solo la parte superior. Coloca el pollo en posición vertical y vierte la mezcla de mantequilla anterior en el espacio entre la piel y la carne. No utilices todo, deja un poco para verterlo por la piel.
  4. Rocía el resto de la mezcla de mantequilla por toda la superficie del pollo, y espárcelo bien con una cucharita.
  5. Rellena el pollo con los dos gajos de limón y las 3 ramitas de romero. Ata los extremos de las patas con hilo de cocina y mete las puntas de las alas debajo del pollo para que no se vean. Sazónalo bien con sal y pimienta negra.
  6. Coloca la cebolla y la cabeza de ajo partida por la mitad en la bandeja. Pon el pollo encima y vierte el vino alrededor, rocía el pollo con el aceite, y exprime el jugo de la mitad del limón restante.
  7. Introdúcelo en el horno, en la parte del medio durante 10 minutos. Después reduce la temperatura a 180 ºC y ásalo durante 1 hora y 15 minutos más, o hasta que la temperatura interna del pollo sea de 75 ºC, o hasta que los jugos salgan claros cuando perfores la piel.
  8. Sácalo y deja que repose durante 15 minutos. Trincha el pollo y sírvelo acompañado de la salsa de la bandeja.

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NOTAS

La cebolla y la cabeza de ajo por la mitad tienen dos funciones: elevar el pollo para que no esté en contacto directo con el líquido, y añadir sabor a los jugos de la bandeja que será la salsa. Si quieres puedes sacar los dientes de ajo de la cabeza asada y triturarlos con la cebolla en la salsa.

Otra opción para la salsa es espesarla haciendo una velouté con 50 gramos de mantequilla, 40 gramos de harina y añadiendo 500 ml de líquido de la bandeja (si no hay suficiente complétalo con caldo de pollo. El procedimiento es igual que el de una bechamel, removiéndolo hasta que la salsa espese, y después se sazona con sal y pimienta negra.

El romero y la salvia son maridajes clásicos del pollo, y el perejil le añade un toque verde a la salsa; pero puedes utilizar las hierbas aromáticas que quieras: 2 cucharaditas de tomillo, orégano, estragón o 3 cucharaditas de hierbas secas con un sabor más ligero, como eneldo o perejil.

Es importante que pongas casi toda la mezcla de mantequilla dentro de la piel, porque si está en la superficie se va a quemar.

Puedes acompañar este maravilloso pollo asado con patatas asadas, puré de patatas o coliflor, o pan de ajo.

¡Hola, soy Ángela!

Aquí tienes mis aventuras culinarias. Con ingredientes sencillos y frescos, transformándolos en platos elegantes y sabrosos para disfrutar de la cocina cada día.

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