Albóndigas en salsa de almendras

Creo que las albóndigas en salsa es uno de los platos más populares de nuestra gastronomía.
En casa nos encantan, y me gusta hacerlas cada semana.

Es cierto que su elaboración es larga (aunque para nada complicada), y que puede dar pereza ponerse a ello, pero yo lo que suelo hacer, es un buen lote, y congelarlas después de fritas.

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Cuando quiero comerlas, simplemente las descongelo el día antes, y preparo la salsa que quiero, para cocerlo todo junto unos minutos.

Como comemos albóndigas regularmente, siempre estoy buscando salsas interesantes para no hacer siempre lo mismo.
Estas albóndigas en salsa de almendras son un clásico de la cocina española.

Las albóndigas están tiernas, jugosas y deliciosas; y la salsa con las almendras tostadas es una verdadera delicia, no podrás dejar de mojar el plato.

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Tiempo de preparación: 15 minutos

Tiempo de cocción: 40 minutos

Tiempo en total: 55 minutos

Raciones: 4 - 6 personas

Ingredientes

Para las albóndigas:

  • 1 rebanada de pan duro (sin corteza)
  • 2 cucharadas de leche
  • 500 gramos de carne picada de ternera, cerdo o una mezcla de ambas
  • 1/2 cebolla grande o una pequeña finamente picada
  • 1 diente de ajo grande, finamente picado
  • 1 cucharada de perejil fresco picado
  • 1 huevo grande
  • 1/2 cucharadita de sal (o más, al gusto)
  • Unas vueltas de pimienta negra
  • Harina, para enharinar las albóndigas
  • Aceite de oliva, para freír

Para la salsa de almendras:

  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 rebanada de pan
  • 12 almendras laminadas
  • 2 dientes de ajo grandes, picados
  • 160 ml de vino blanco
  • 415 ml de caldo de pollo (sin sal)
  • sal
  • Unas vueltas de pimienta negra
  • Un puñado de perejil fresco picado para decorar

Elaboración

Para hacer las albóndigas:

  1. Empapa el pan duro en la leche tibia durante 5 minutos, escúrrelo y ponlo en un recipiente grande.
  2. Añade la carne, la cebolla, el ajo, el perejil, el huevo, la sal y la pimienta negra, y amásalo con las manos hasta que todos los ingredientes estén bien distribuidos.
  3. Esparce la harina en un plato grande. Coge una pequeña porción de mezcla con las manos enharinadas, o con una cucharita. Forma la albóndiga redondeándola con las palmas de las manos y pásala por la harina. Sigue haciendo esto hasta terminar con la mezcla de carne.
  4. Una vez que tienes todas las albóndigas enharinadas, calienta una abundante cantidad de aceite de oliva en una sartén a fuego alto. Cuando esté bien caliente, añade las albóndigas, y cocínalas hasta que estén doradas. Después dales la vuelta y deja que se doren por el otro lado.
  5. Retira las albóndigas a un plato con papel de cocina para que eliminen el exceso de aceite y déjalas a un lado para preparar la salsa de almendras.

Para hacer la salsa de almendras:

  1. Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio, añade la rebanada de pan y las almendras, y deja que se tuesten revolviendo frecuentemente hasta que tanto el pan como las almendras cojan color.
  2. Agrega los ajos picados y dóralos durante 30 segundos más.
  3. Vierte el vino blanco y aumenta la temperatura para que empiece a hervir y se evapore el alcohol. Mantenlo así durante un par de minutos, y utiliza una espátula o una cuchara de madera para raspar lo que se haya quedado pegado en el fondo de la sartén.
  4. Retira la sartén del fuego y vierte la mezcla en el recipiente de la batidora para triturarlo. Vierte el caldo de pollo, añade ella sal y la pimienta negra, y vuelve a triturarlo unos segundos más, hasta que quede una salsa suave.
  5. Vuelve a poner la salsa de almendras al fuego, y agrega las albóndigas con cuidado de no salpicar. Deja que se cocine todo junto durante 20-25 minutos a fuego lento, o hasta que las albóndigas estén cocinadas por el interior.
  6. Si ves que la salsa está muy líquida, puedes añadir un poco de maizena para espesarla. Y si te parece muy espesa, añade un poco más de caldo o agua.
  7. Adorna el plato con perejil y sírvelo.

Notas

Si quieres que tu plato de albóndigas sea menos calórico, puedes optar por hornearlas en vez de freírlas en aceite. Una vez enharinadas, se colocan en una fuente para horno, y se dejan cocinar hasta que estén doradas por el exterior.

Depende del tamaño de la albóndiga saldrán más o menos unidades, y tendremos que tenerlas cociendo con la salsa más tiempo o menos. Personalmente, me gusta hacerlas de un tamaño un poco más pequeño que el de una pelota de ping-pong.

¡Hola, soy Ángela!

Aquí tienes mis aventuras culinarias. Con ingredientes sencillos y frescos, transformándolos en platos elegantes y sabrosos para disfrutar de la cocina cada día.

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