Bechamel de calabacín
La salsa bechamel de calabacín es el sustituto perfecto para disfrutar de un plato cubierto con bechamel sin remordimientos, lo que viene siendo una bechamel de dieta.
Es igual o más fácil de preparar que la tradicional bechamel, y añade un toque de sabor, frescura y toneladas de nutrientes en una pequeña porción.
Al eliminar la harina, eliminamos también la mayoría de sus calorías, y lo sustituimos por calabacín, que tiene muy pocas. Y de paso, también eliminamos el gluten, por lo que la bechamel de calabacín es apta para celiacos también.
Y si añades bebida de avena, en vez de leche de vaca, también será apta para vegetarianos y veganos.
Puedes utilizar esta salsa como lo harías con una bechamel normal, cubriendo las lasañas, canelones y cualquier pasta, pero también para los huevos rellenos, los pimientos rellenos, o los calabacines rellenos.
¡Ya no tienes excusa para no comer vegetales! Esta bechamel de calabacín es muy sabrosa, y hará más apetecible el resto de platos con verduras.
Tiempo de preparación: 5 minutos
Tiempo de cocción: 30 minutos
Tiempo total: 35 minutos
Raciones: 250 ml
Ingredientes
- 2 calabacines pequeños (aproximadamente 600 gramos)
- ¼ de cebolla o media pequeña (aproximadamente 30 gramos)
- 200 ml de leche (entera o de avena)
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal, al gusto
- Unas vueltas de pimienta negra molida
- Una pizca de nuez moscada
Elaboración
- Calienta el aceite en un cazo o cazuela a fuego medio-alto. Pela y pica la cebolla, y sofríela hasta que esté blanda, unos 5 minutos.
- Pela y trocea el calabacín (cuanto más pequeño lo piques, antes se cocinará), añadiéndolo también al cazo. Tápalo y deja que se cocine todo junto durante 10 minutos a fuego medio. El calabacín soltará agua, así que no es necesario añadir ningún líquido, ya que queremos que se seque para que absorba la leche.
- Vierte la leche y sazónalo con sal, un poco de pimienta negra, y nuez moscada. Tápalo de nuevo y deja que se cocine otros 15 minutos a fuego medio.
- Una vez que todos los ingredientes estén súper tiernos, pásalos por la batidora eléctrica hasta dejarlo fino. Prueba y rectifica de sal, pimienta y nuez moscada.
NOTAS
Si la bechamel ha quedado muy líquida y quieres espesarla, ponlo al fuego, removiéndolo de vez en cuando, hasta que obtengas la consistencia que deseas. También puedes espesarla añadiendo uno o dos quesitos.
Si es al revés, puedes aligerarla con un poco más de leche.
Si quieres conservar todas las vitaminas del calabacín, deja la piel. La textura será más rústica, menos fina, y el color será más verdoso; pero será una salsa más saludable.
Para que el plato quede aún más sabroso, prueba a asar los trozos de calabacín en el horno durante unos minutos. Luego continua la cocción en el paso 3.