Bechamel para lasaña

La bechamel es una salsa que todo cocinero debe saber hacer. Esta salsa blanca es considerada una de las salsas madre de la cocina francesa e italiana, ya que constituye la base de otras salsas clásicas como la Mornay, la Nantua, la Soubise, y otras.

Con una larga historia, la bechamel ha sido elaborada en Italia durante siglos, conocida originalmente como "balsamella", y más tarde fue importada a Francia, apareciendo en un libro de cocina francesa alrededor de 1651.

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A los cocineros con formación clásica se les enseña a hacer bechamel en tres espesores. La bechamel fina se usa como base para cremas, mientras que la bechamel gruesa es lo que se usa en el soufflé o para las croquetas.

La receta de hoy es una bechamel ligera para lasaña, tanto para lasaña de carne, como de atún o verduras. La consistencia media es la más versátil, y se puede utilizar para un montón de platos y como base para otras salsas.

Independientemente de cómo la uses, te sorprenderá cómo estos simples ingredientes se transforman en una salsa lujosamente cremosa y deliciosa, y lo fácil que es elaborarla.

Cómo hacer bechamel para lasaña

Las cantidades indicadas en la receta son para hacer una bechamel para cubrir completamente una lasaña, y además, añadir un poco entre capa y capa.

Tiempo de preparación: 5 minutos

Tiempo de cocción: 15 minutos

Tiempo total: 20 minutos

Raciones: 1 lasaña grande

Ingredientes

  • 1 litro de leche entera
  • 100 gramos de mantequilla
  • 80 gramos de harina
  • Una pizca de nuez moscada
  • Una pizca de sal
  • Una pizca de pimienta negra molida

Elaboración

  1. Calienta la leche en un cazo a fuego medio, pero sin que llegue a hervir.
  2. En una cazuela aparte, corta la mantequilla en cubitos y derrítela a fuego lento. Tan pronto como se haya licuado, retírala del fuego y añade poco a poco la harina, removiéndolo con un batidor de varillas para que no se formen grumos.
  3. Deje que la mezcla burbujee, removiéndolo constantemente durante dos minutos hasta que esté ligeramente dorada. Esto se conoce como "roux" y para las salsas de color más claro hay que mantener el roux en un color dorado claro, sin que llegue a quemarse.
  4. Añade la leche caliente, y empieza a remover con las varillas durante varios minutos, hasta que veas que la salsa empieza a espesar y quede suave.
  5. Cuando esté a la consistencia que deseas, añade la sal, la nuez moscada y la pimienta negra molida. Vuelve a removerlo todo para que los condimentos se distribuyan. Por último, vierte la bechamel sobre la lasaña.

Notas

El grosor de la bechamel viene determinado por la cantidad de harina y mantequilla utilizada. Así que puedes cambiar las cantidades si quieres una consistencia más gruesa o más fina para tu lasaña.

El proceso de hacer un roux es clave para lograr el sabor en salsas y bechameles. Si no tuestas la harina, la bechamel tendrá un sabor a crudo, muy poco apetecible.

Cuando hagas una salsa bechamel, no dejes de remover hasta que hayas añadido e incorporado todos los ingredientes, esto te ayudará a evitar que se formen grumos.

Para obtener mejores resultados, utiliza nuez moscada recién molida.

¡Hola, soy Ángela!

Aquí tienes mis aventuras culinarias. Con ingredientes sencillos y frescos, transformándolos en platos elegantes y sabrosos para disfrutar de la cocina cada día.

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