Soufflé a la mandarina

Un soufflé es una de esas recetas que no se suelen hacer porqué se piensa que requiere una técnica muy difícil. Si es cierto que puede ser un postre algo sofisticado, pero contrario a lo que se piensa, es muy fácil y sencillo de preparar. Todo lo que necesitas son algunos consejos que te ayudarán ha hacerlo de la manera correcta.

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Los soufflés pueden ser dulces o salados, pero los principios son los mismos, elabores uno u otro. Estos son los consejos que sigo yo para que el soufflé quede ligero y esponjoso:

  1. Lee la receta atentamente. Después vuélvela a leer. Tener claro lo que hay que hacer para elaborar la receta es esencial, al igual que tener todos los ingredientes pesados y preparados antes de empezar. Una vez que empiezas a prepararlo, no puedes permitirte interrupciones por no encontrar un ingrediente o un molde.
  2. Asegúrate de que todo el equipo (espátulas, cuchillos, moldes…) esté muy limpio y sin nada de grasa. Cucharas, cuencos o batidores con sólo una gota de grasa, pueden hacer que las claras no suban lo suficiente y echarían a perder el soufflé.
  3. Ten todos los ingredientes (especialmente los huevos) a temperatura ambiente.
  4. Prepara y engrasa el molde o los moldes antes de empezar a hacer la masa del soufflé.
  5. Precalienta el horno por lo menos 15 minutos antes, para que, una vez terminada la masa, vaya directamente al horno.
  6. Es cierto que abrir la puerta del horno antes de que el soufflé esté cocinado puede causar que éste se hunda. Un aumento o disminución repentino de la temperatura durante el proceso de cocción puede causar ese efecto indeseado, por lo tanto, no lo hagas.
  7. Una vez cocinado completamente, hay que servirlo directamente ya que poco a poco se va a ir desinflando. Así que si quieres lucirte, sírvelo inmediatamente.  Si sigues estos consejos, te saldrá un soufflé maravilloso.

Ingredientes

  • 75 gramos de harina para todo uso
  • 400 ml de leche
  • 75 gr de mantequilla + 50 gr para engrasar el molde
  • 130 gr de azúcar
  • 9 huevos
  • 100 ml de licor de mandarina
  • Azúcar glass para decorar

Elaboración

  1. Como hemos dicho, en primer lugar engrasamos el molde de 1,25 litros que vamos a utilizar con los 50 gr de mantequilla. Espolvoreamos el fondo y las paredes del molde con 30 gr de azúcar y retiramos el excedente. Ponemos el molde a enfriar en la nevera.
  2. Tamizamos y reservamos la harina. Separamos las yemas y las claras de los huevos y los reservamos.
  3. En un cazo, ponemos la leche a hervir con 75 gr de azúcar y cuando llegue a ebullición apagamos el fuego.
  4. En otro cazo, fundimos a fuego bajo la mantequilla restante, le añadimos la harina tamizada, removemos y dejamos que cueza a fuego lento, procurando que la harina no coja color.
  5. Incorporamos la leche caliente lentamente, sin parar de remover, y dejamos que cueza hasta tener una crema densa, lisa y homogénea.
  6. Apagamos el fuego y agregamos de una a una las yemas de huevo. Mezclamos todo y lo volvemos a colocar a fuego lento.
  7. Vertemos unas cuantas gotas de licor de mandarina, removemos y apagamos el fuego. Cubrimos el recipiente donde está la mezcla y lo reservamos.
  8. Es el momento de precalentar el horno a 240 ºC para que, al introducir el soufflé, esté a la temperatura adecuada.
  9. Mientras, montamos las claras de huevo a punto de nieve y vamos añadiéndoles el azúcar restante poco a poco. Una vez tengamos las claras montadas, vamos incorporándolas muy lentamente a la mezcla, mezclándolas con movimientos envolventes para que no se bajen.
  10. Una vez todo bien integrado, vertemos la mezcla en el molde, y lo introducimos en el horno ya caliente a 240 ºC durante 20 minutos.
  11. Al final de la cocción, espolvoreamos azúcar glass por encima. Calentamos el licor restante, lo vertemos y lo flameamos con un soplete.
  12. Servimos inmediatamente para que nuestro soufflé no le de tiempo a bajarse. Para adornarlo, podemos cortar unos gajos de mandarina y colocarlos por encima.

Notas

Si no encuentras licor de mandarina, puedes utilizar zumo fresco de mandarina o 2 gotas de aceite esencial de mandarina diluidas en 100 ml de agua. Y si no te gusta el sabor de la mandarina, puedes usar otro licor de otro sabor, el que más te guste.

Es importante que las claras estén bien montadas, que formen picos semiespesos. Así tardarán menos en bajarse.

¡Hola, soy Ángela!

Aquí tienes mis aventuras culinarias. Con ingredientes sencillos y frescos, transformándolos en platos elegantes y sabrosos para disfrutar de la cocina cada día.

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