Angel Food Cake (Pastel de ángel)

Liviano y adorable, este clásico pastel estadounidense posee una elegante simplicidad. Su esponjoso dulzor viene de su sencillez, al estar elaborado con claras de huevo montadas, azúcar y poco más.

Hay muchas explicaciones acerca del origen del angel food cake, lo que es indudable es que este dulce se popularizo a raíz de la invención del batidor rotatorio, a finales del siglo XIX. Este invento simple y efectivo redujo enormemente el esfuerzo necesario para montar las claras de huevo que contiene esta receta.

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Hoy en día, las amasadoras con sus múltiples accesorios facilitan todavía más la preparación de este pastel. Si todavía no tienes la tuya y quieres adquirir una te recomiendo que te pases por nuestro comparador, así elegirás la que mejor se adapte a tus circunstancias.

Para elaborar el pastel de ángel, es muy importante aportar suficiente aire al montar las claras de huevo. Batir las claras bien es un arte, hay que comprobar que los utensilios que utilicemos estén perfectamente limpios y secos. Las claras deben estar a temperatura ambiente para que alcancen el volumen necesario.

Ingredientes para un molde de 25 cm especial para angel food cake

  • 12 claras de huevo XL (330ml)
  • 1/4 cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de cremor tártaro
  • 400g de azúcar tamizado
  • 125g de harina tamizada
  • 2 cucharaditas de extracto de vainilla incoloro

Elaboración

  1. Precalentamos el horno a 170ºC. Tamizamos la harina y reservamos.
  2. Con la ayuda de nuestra amasadora y el batidor de varillas batimos las claras, a velocidad baja, junto con el cremor tártaro y la sal, durante 1 minuto, hasta que el cremor tártaro se haya disuelto completamente.
  3. Subimos la velocidad y continuamos batiendo hasta que las claras hayan montado y consigamos picos blandos. Sin dejar de batir y con baja velocidad, vamos añadiendo el azúcar a cucharadas. Las claras irán cogiendo un aspecto brillante.
  4. Incorporamos el extracto de vainilla y continuamos batiendo a velocidad media durante 1 minuto.
  5. Bajamos la velocidad y añadimos cucharada a cucharada la harina, hasta que no queden rastros de ella y nuestras claras tengan un aspecto suave y esponjoso. Terminamos de mezclar la masa con una espátula se silicona.
  6. Vertemos la mezcla a nuestro molde asegurándonos de que quede uniformemente repartida. Horneamos durante 45 minutos, sin abrir la puerta del horno o hasta que el pastel se dore, haya subido y resulte esponjoso al tacto.
  7. Lo retiramos del horno, le damos la vuelta, sin desmoldar, y lo ponemos encima de una rejilla hasta que enfríe por lo menos durante una hora.
  8. Pasamos una espátula plana por los lados y por el borde del tubo para que despegue y le damos la vuelta sobre un plato. Dejamos que enfríe completamente.

Notas

Al no estar el molde engrasado y tener que despegarlo con la espátula, quizás el acabado no nos quede perfecto. Si queremos disimularlo podemos presentarlo regado de sirope de chocolate, nata montada o lemon curd.

¡Hola, soy Ángela!

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