Cómo saber si un huevo está malo

Hay muchas cosas que me dan rabia, y una de ellas es tirar la comida porque está en mal estado. Es complicado organizarse para hacer la compra, sobre todo si vives solo -las compras no suelen estar hechas para una sola persona-, y a todos nos ha pasado que hemos tenido que tirar ciertos alimentos porque de no utilizarlos se han puesto malos.

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Los huevos son uno de esos alimentos a los que más miedo tenemos que se pongan malos, y no es para menos, ya que no solo pueden sentarnos como un tiro si nos los comemos en mal estado, sino que podemos acabar en el hospital.

A veces, notamos enseguida cuando no nos los podemos comer, tan solo con abrir la nevera y notar ese hedor horrible a podrido. Otras veces, tenemos que andar con más ojo, pues los huevos se ponen malos antes de que ese horrible olor se apodere de nuestra cocina.

Estarás pensando que basta con mirar la fecha de caducidad impresa en la cáscara para saber si puedes consumirlos o no, y por supuesto, es una de las opciones.

Sin embargo, si te da tanta rabia como a mí tirar comida, te aconsejamos que sigas estas estos consejos para saber si un huevo está bueno o malo -sin abrirlo, claro-, y no tener que tirarlo inmediatamente según la fecha de caducidad impresa.

Aunque su calidad puede comenzar a disminuir después de cierta fecha, lo cierto es que se pueden consumir hasta varias semanas después de la fecha que aparece en el paquete, sobre todo si los tenemos guardados en la nevera.

Si bien es cierto que no necesitan frío (seguro que en el supermercado los has visto sin refrigerar), cuando los guardamos en la nevera aguantan más tiempo, pues la refrigeración preserva la calidad y evita el crecimiento de bacterias. Por eso, no es necesario tirarlos enseguida.

En general, los huevos se estropean cuando empiezan a oler, pero su frescura y sabor se ven comprometidos días antes. Esta es una estimación de su duración que puede ayudarte:

  • Enteros crudos (con cáscara): de 4 a 5 semanas después de la fecha del cartón, o aproximadamente 3 semanas después de la compra.
  • Enteros crudos (ligeramente batidos): hasta 2 días.
  • Clara cruda: hasta 4 días.
  • Yema cruda: hasta 2 días.
  • Duros (con cáscara): hasta 1 semana.
  • Duros (pelados): En el mismo día.

Si quieres apuntarte a que la comida te dure más tiempo pero sin arriesgarte a que tu nevera huela tan mal que sientas ganas de mudarte, toma nota de estos consejos para saber si un huevo está malo, o si aún te lo puedes comer.

Cómo saber si un huevo está malo sin abrirlo

Hay varios métodos para conocer el estado del interior sin tener que romperlo, así que usa el que más te guste o todos ellos.

El método de flotación

Este método es el más famoso y confiable para verificar si se ha estropeado. Las cáscaras son porosas, y el líquido de dentro se evapora con el tiempo. El líquido se sustituye por aire exterior. Al llenarse aire, el huevo flota. Los más frescos se hunden y los viejos flotan hacia arriba.

Llena un recipiente con agua fría y coloca los huevos en el recipiente. Si se hunden hasta el fondo y se tumban de lado, son muy frescos. Si tienen unas pocas semanas pero todavía son buenos para comer, se pararán en un extremo en el fondo del recipiente. Si flotan a la superficie, ya no son lo suficientemente frescos para comer.

Usa tu olfato

Es una de las pruebas más antiguas y más simples, pues solo tenemos que oler el huevo para saber si el alimento está bueno, o lo tenemos que tirar, incluso después de la fecha de caducidad. Para ello deberás olerlo y si no huele a azufre, podemos comerlo.

Si no te fías del todo, pártelo en un tazón, y si huele, tíralo. Además, tendrás que lavar el recipiente antes de volver a utilizarlo.

La prueba de la linterna

Se trata de una de las formas más divertidas de saber si se ha echado a perder. Para comprobarlo tendremos que estar en una habitación a oscuras con una linterna y sostenerla en el extremo más grande del huevo.

Después, mueve rápidamente el huevo de izquierda a derecha, de modo que el contenido será iluminado.

Dicho esto, solo tenemos que estudiar lo que hay dentro, si la celda de aire es grande, lo más normal es que se haya echado a perder y tengamos que tirarlo.

Escucha el huevo

Otra forma de utilizar nuestros sentido para no tirar la comida es sacudir y escuchar para saber si todavía es apto para comérnoslo. Se trata de un método muy sencillo, si al agitarlo escuchamos un pequeño chapoteo, lamentablemente estará para tirar, pero si no oímos nada, lo más seguro es que todo vaya bien.

Fíjate en la yema

Y si ya has roto el huevo y notas que se ve diferente de lo normal, obsérvalo. Si es fresco, la yema debe ser de color amarillo brillante o naranja, y la clara no debe esparcirse mucho. Si es viejo, la yema será más plana y la clara mucho más líquida.

Si la yema es más plana y líquida, huélelo. No deben tener ningún olor.

Es muy probable que millones de huevos perfectamente comestibles se desperdicien cada año. La falta de conocimiento sobre cómo saber cuando se ha estropeado lleva a muchas personas a tirar su comida.

Por supuesto, incluso si pasa todas estas pruebas, aún debe ser cocinado completamente antes de ser consumido, ya que algunos contienen bacterias que causan enfermedades, como la salmonela. La salmonela puede estar presente incluso si el huevo tiene un aspecto y huele totalmente normal, así que cocínalos siempre correctamente.

Aquí tienes la mejor técnica para cocer un huevo, una de las formas más saludables de comerlo.

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