Restaurante Olivia Santander
Hay bastantes opciones para degustar la cocina asiática en Santander, pero no todos los sitios tienen el refinamiento, la calidad y el sabor de la fusión Nikkei del restaurante Olivia.
Ya sea para la comida o la cena, el local ofrece una mezcla única de sabores peruanos y japoneses, cocina de fusión como nunca antes la habías probado.
Siendo una gran fan de la comida japonesa, no podía esperar a probar sus platos, y también sus famosos cócteles (han recibido el Premio Mejor cóctel de Cantabria 2018), así que ya puedo decir que soy una de las afortunadas que han probado la comida del Olivia.
Cuando entramos al local nos recibió el gerente del restaurante, quien nos dio una cálida bienvenida y nos mostró nuestra mesa.
Tuvimos suerte, pues no habíamos reservado, el local estaba lleno, y solo quedaba una pequeña mesa para dos que debíamos dejar libre en una hora, y media, lo cual nos pareció tiempo suficiente para comer sin prisas.
Así que si no quieres arriesgarte, te recomiendo que reserves mesa antes de ir.
El restaurante es pequeño, pero acogedor; y la distribución no es agobiante. Tienes espacio suficiente entre una mesa y otra, y en la entrada hay una barra para poder disfrutar de sus variados cócteles.
La decoración es ideal para conseguir una experiencia inmersiva, lleno de colores verdes, con una pequeña terraza y un jardín vertical al fondo que tiene mucho encanto.
En la mesa te esperan unos palillos (aunque si lo pides, te traen un tenedor) y un recipiente con salsa de soja, el acompañamiento perfecto del sushi.
La carta del Olivia es una fusión de sabores japoneses y peruanos, ya que estas dos cocinas se mezclaron debido a un gran asentamiento japonés en Perú a finales del siglo XIX. Ambas cocinas utilizan mucho pescado crudo, por lo que los dos sabores se mezclan a la perfección.
Esto queda reflejado en la carta, que cuenta básicamente con sushi (uramaki, temaki, hosomaki, niguiri y gunkan), tiraditos, tartar y ceviche. También hay opciones vegetarianas y veganas para los que no quieren renunciar a un gran sushi sin pescado. Y por supuesto, postres.
Y en cuanto a las bebidas, Olivia va más allá. Los cócteles de frutas frescas son un producto básico y exótico que entran como el agua, los hay tanto con alcohol, como sin alcohol.
Y si has sentido curiosidad por el sake (la bebida japonesa por excelencia), no puedes perderte las sakerihas de sabores.
Si no eres muy entendido en este tipo de cocina, los camareros te hacen una recomendación de lo que son sus mejores platos, que me pareció muy acertada. Lo mismo ocurrió con el cóctel, un sakeriha de lima, sonaba maravillosamente exótico, así que no pude resistirme.
Para comer optamos por una selección de uramakis, de atún picante, de salmón y de langostino crujiente. Los platos no se hicieron esperar demasiado, y su estética fue de lo más bonito que he visto en un sushi.
Cada trozo de sushi es una explosión de sabor, ya que se compone de varios ingredientes cuidadosamente seleccionados, como la mayonesa japonesa o las huevas tobiko.
El tiradito es una clara declaración de cómo se han fusionado las dos cocinas. Trozos de lubina, atún o salmón perfectamente marinados, con un intenso sabor y de la mejor calidad.
Mientras comíamos, podíamos ver cómo enfriaban y condimentaban el arroz para sushi, como preparaban los cócteles, el pescado fresco, e incluso como elaboraban los platos. Esto hace que la experiencia gastronómica se enriquezca al máximo.
Aunque si no quieres moverte de casa, también puedes pedir sus platos para llevar desde su App, o Just Eat.
Mi experiencia gastronómica en Olivia fue perfecta de principio a fin. Sin duda, una pequeña joya en el corazón de Santander. ¡Los amantes del sushi, y los sabores japoneses y peruanos no se lo pueden perder!
- ¿Dónde? Calle Peña Herbosa, 11.
- Horario: Todos los días de 13:00-17:00, 20:00-2:00
