Naan

Me encanta hacer mi propio pan casero, y uno de los que más me gusta es el naan. El naan es un pan plano de estilo indio que se cocina tradicionalmente dentro de un horno de barro tandoor muy caliente.

Pero tranquilo, no se necesita un horno tandoor para conseguir un naan perfecto. Mi receta es muy fácil de preparar y se cocina en una sartén.

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Estos naan son tan deliciosos, suaves, hinchados, aireados, con las características manchas marrones en la superficie. Están muy logrados, pues consiguen el mismo sabor que el naan de los restaurantes indios.

Creo que la clave es el yogur en la masa. Añade sabor y suavidad, logrando unas bolsas de aire gigantescas al cocinarse.

La diferencia entre Naan y Roti

Roti y naan son panes planos indios, pero se diferencian en los ingredientes utilizados. El naan se hace con harina para todo uso y levadura, mientras que el roti se elabora con harina de trigo integral y sin levadura.

Debido a la levadura, la masa tiene que reposar durante al menos una hora, que es lo que más tarda de la receta, ya que (sin contar el reposo) la receta en sí lleva menos de 30 minutos.

El naan es muy versátil, y se le puede añadir cualquier hierba o especia que te guste, como comino o ajo.

Con qué acompañar el naan

Cualquier receta india es perfecta para acompañar con este pan, como estas Albóndigas de pollo en salsa india, o el Biryani. Pero también se puede utilizar para untar tus aperitivos favoritos, como el clásico Hummus, o la salsa Muhammara.

Tiempo de preparación: 25 minutos

Tiempo de cocción: 2 minutos

Tiempo total: 1 hora y 30 minutos

Raciones: 8 porciones

Ingredientes

  • 60 ml de agua tibia
  • 1 cucharada de azúcar
  • 3/4 cucharadita de levadura seca activa
  • 180 ml de leche tibia
  • 250 gramos de yogur griego natural
  • 500 gramos de harina para todo uso
  • 1 y 1/2 cucharaditas de levadura en polvo
  • 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
  • 1/4 cucharadita de sal
  • Mantequilla derretida

Elaboración

  1. En un recipiente mediano, mezcla el agua, el azúcar y la levadura seca, remuévelo y espera hasta que la levadura se disuelva. Deja que repose 10 minutos, o hasta que la mezcla comience a espumar ligeramente.
  2. Cuando la levadura esté espumosa y huela a pan, incorpora la leche, el yogur, la harina, la levadura en polvo, el bicarbonato de sodio y la sal, y mézclalo con una cuchara de madera hasta que la masa se una.
  3. Tan pronto como los ingredientes se unan, deja de amasarlo. La masa debe de ser pegajosa, pero debe formar una bola y ser suave. Cubre el recipiente con un paño húmedo o film, y deja que repose en un lugar cálido durante 1 hora o, si no lo vas a utilizar de inmediato, durante toda la noche en la nevera.
  4. Cuando esté listo para cocinar, divide la masa en 8 bolitas iguales y, con un rodillo, amasa cada bola de masa en forma ovalada. Debe medir entre 15 y 20 cm de largo, y alrededor de 0,6 mm de grosor, pero no más fino. Repite el amasado con el resto de las bolas.
  5. Calienta una sartén de hierro a fuego medio-alto. Unta ambos lados del naan con mantequilla derretida y, si lo deseas, espolvorea cualquier especia que te guste, como comino y ajo en polvo. Coloca el naan en la sartén caliente, tápalo con una tapa y deja que se cocine durante 1 minuto, hasta que se empiecen a formar burbujas.
  6. Dale la vuelta y continua la cocción de 1 a 2 minutos por el otro lado, hasta que aparezcan manchas tostadas grandes en la parte inferior. Espolvorea un poco de sal, cilantro fresco u otras hierbas.
  7. Coloca el naan en un plato cubierto con un paño de cocina. Repite la cocción con el resto de la masa y sírvelo.

NOTAS

El naan se consume mejor recién hecho, pero también se puede guardar en una bolsa ziplock durante unos días o en el congelador hasta por 3 meses.

Calorías por ración 264 kcal.

¡Hola, soy Ángela!

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