Garbanzos tostados

No es ningún secreto que soy una fan de los garbanzos, pues son una gran adición a las sopas, guisos, ensaladas, wraps, pizzas, etc. Pero me gustan aún más los garbanzos tostados.

No sólo son una buena fuente de proteínas vegetal, sino que también pueden mejorar la textura de cualquier plato. A veces se me antoja algo crujiente en una ensalada, y la suave textura de los garbanzos no me satisface.

¿Solución? Garbanzos tostados al horno. Tienen todos los beneficios nutricionales de los garbanzos cocidos, pero su textura se ha vuelto irresistiblemente crujiente y su sabor es mucho más intenso.

¿Cómo hacer garbanzos tostados?

El inicio de esta receta rápida y sencilla de tan solo 3 ingredientes, comienza con garbanzos cocidos. He ido a lo fácil porque es mucho más rápido comprarlos ya cocidos, pero también puedes utilizar tus propios garbanzos cocidos.

Pero asegúrate de eliminar el líquido que los recubre (aquafaba, guárdalo para hacer esta deliciosa mayonesa vegana), escurrirlos muy bien, y luego secarlos con un paño de cocina. Cuanta menos humedad tengan, más crujientes se volverán.

Una vez que los garbanzos estén secos, retira las pieles. Yo solo quito las que salen más fácilmente, pero si tienes tiempo y paciencia, elimina todas las pieles. Esto ayudará a que consigan una textura más crujiente en el horno.

Ahora, es el momento de verter el aceite y la sal. Solo hay que añadir estos dos condimentos antes de tostarlos, pues si añades más, pueden interferir en el proceso de tostado, atrapando la humedad y no dejando que los garbanzos "respiren".

Solo queda introducirlos en el horno precalentado, pero no a cualquier temperatura, la justa para que no se tuesten rápidamente por la superficie, mientras se quedan tiernos por el centro. Así que 190 grados es la temperatura ideal.

Deja que los garbanzos se enfríen una vez que salgan del horno, y consérvalos a temperatura ambiente sin taparlos. Esto permite que los garbanzos respiren y se mantengan crujientes durante más de un día. Yo te recomiendo que los comas en el mismo día, pues van perdiendo su textura crujiente con el paso del tiempo.

Me gusta mezclar mis garbanzos tostados con especias cuando salen del horno, a veces una pizca de pimentón, otras un poco de comino, curry, o una mezcla de especias.

Y ahora, ¿Cómo utilizar los garbanzos tostados? Disfrútalos como un snack, añádelos a una ensalada, o úsalos en un wow con noodles y verduras.

Tiempo de preparación: 5 minutos

Tiempo de cocción: 30 minutos

Tiempo total: 35 minutos

Raciones: 4 personas

Ingredientes

2 tarros de garbanzos cocidos, aclarados y escurridos
Aceite de oliva virgen extra, para rociar
Sal, al gusto
Pimentón, curry en polvo, comino, garam masala u otras mezclas de especias (opcional)

Elaboración

Precalienta el horno a 190ºC temperatura arriba y abajo, y forra una bandeja de horno grande con papel vegetal.
Extiende los garbanzos escurridos sobre un paño de cocina y sécalos dándoles golpecitos. Retira todas las pieles sueltas que veas.
Transfiere los garbanzos a la bandeja de horno y rocíalos con un chorrito de aceite de oliva y generosas pizcas de sal. Introdúcelos en el horno durante 30 minutos, o hasta que tengan la textura crujiente que deseas.
Retíralos del horno, y mientras los garbanzos estén todavía calientes, espolvoréalos con una pizca de tus especias favoritas, si las utilizas.

NOTAS

Puedes conservar los garbanzos tostados en un recipiente sin tapa y a temperatura ambiente. Es mejor usarlos dentro de los dos días siguientes, pues se van reblandeciendo con el tiempo.

Si necesitas volver a tostarlos, simplemente ásalos en el horno a 160 grados durante unos minutos, hasta que vuelvan a adquirir su textura crujiente.

Propiedades de los garbanzos tostados

Los garbanzos son altos en fibra, lo que significa que ayudan a reducir el azúcar en la sangre y el colesterol, y ayudan en la digestión. También son ricos en proteínas, lo que le ayuda a sentirse saciado durante más tiempo, y con energía. Así que sí, los garbanzos tostados son un snack muy saludable.